viernes, noviembre 14, 2025

Claudia, el palacio no es tuyo

¿A qué obedece la toma del Palacio Nacional por la fuerza policiaca? ¿Qué puede justificar que el edificio que simboliza la sede del poder central en México se convierta en una fortaleza inexpugnable?


Por Rogelio Ríos Herrán


El tamaño de las vallas metálicas que sitiaron el 12 de noviembre al Palacio Nacional, en la CDMX, definen el tamaño de la ansiedad de la presidente Claudia Sheinbaum y son la medida de su poca disposición para asimilar la disidencia a sus políticas de gobierno.


El equivalente a los antiguos fosos de agua que rodeaban a los castillos medievales, ese aislamiento obsceno de un recinto público, que pertenece a todos los mexicanos, es una apropiación indebida.


Claudia Sheinbaum, el palacio no es tuyo. No hay justificación alguna para cercarlo a la manera que hacen gobernantes como Vladimir Putin o Xi Jinping en Moscú y Beijing, respectivamente, que se aíslan del contacto con los ciudadanos, especialmente con quienes muestran su desacuerdo o inconformidad.


¿A qué obedece la toma del Palacio Nacional por la fuerza policiaca? ¿Qué puede justificar que el edificio que simboliza la sede del poder central en México se convierta en una fortaleza inexpugnable?


¿Es esa la imagen de la Cuarta Transformación que desea transmitir Sheinbaum?


A partir de la mitad del mandato de Andrés Manuel López Obrador, empecé a albergar dudas sobre su estabilidad emocional, la fortaleza mental para soportar la carga de trabajo de la presidencia y la forma en que tomaba sus decisiones.


En esa época, el seguimiento diario de las conferencias matutinas me mostraba el declive gradual de una personalidad que, en su momento, mostró carisma y carácter, pero que descendía irremediablemente hacia la necedad y la obcecación.


A un año de la gestión de Claudia, no quiero ni pensar, por el bien del país, que la presidente esté entrando en un proceso prematuro de desgaste emocional o intelectual por las presiones inmensas de su cargo.


Si no es así, ¿cómo explicar, entonces, las vallas metálicas alrededor del Palacio Nacional llevadas a una dimensión exagerada?


¿Qué es lo que no sabemos los ciudadanos de todo el país, sobre lo que está pasando en el gobierno de Sheinbaum, que explique el despliegue de una defensa excesiva y absurda en torno al Palacio Nacional?


¿Cuándo olvidaron ella y su gabinete que es un recinto público, no privado, cuya dignidad histórica se ve mancillada por las vallas metálicas que lo separan de la gente?


Tengo demasiadas preguntas por expresar, pero me temo que no tendrán respuesta alguna del gobierno nacional.


No me escucha la clase gobernante morenista a mí ni a usted y, para el caso, ni a millones de compatriotas que recuerdan los días en que una visita al Palacio Nacional era una experiencia magnífica y envolvente en la magia del recinto.


Visitar los patios, pasear por las escalinatas y admirar los murales, era más que una experiencia turística: uno sentía de viva mano el peso de la historia de México.


Todo eso se acabó. No sé cuándo se volverá a abrir el Palacio Nacional al público, pero yo reclamo mi derecho legítimo a visitarlo sin restricciones.


La Real Academia Española de la Lengua define paranoia como “perturbación mental fijada en una idea o en un orden de ideas” y ubica algunos sinónimos: obsesión, manía, monomanía, alucinación y chifladura.


En esas acepciones de la definición de paranoia pensaba cuando López Obrador hablaba en sus conferencias matutinas.


No pienso lo mismo de Claudia, por supuesto, pero no me explico por qué se rodeó de vallas en el Palacio Nacional.

¡Vaya con las vallas!


@Rios60H






martes, noviembre 11, 2025

COP 30: ‘La cumbre de la verdad’

 


Por Rogelio Ríos Herrán


Ante la ínfima cobertura en México del evento cumbre del cambio climático, para tener mayor información sobre la reunión de COP 30 (Conferencia de las Partes para el Cambio Climático de la ONU) que está en curso en Brasil, acudí directamente al portal de Naciones Unidas, a otro portal del gobierno brasileño sobre la cumbre y al New York Times.


¿Por qué el nombre de la “Cumbre de la Verdad”? 


La frase la tomé del discurso inaugural de la reunión de líderes mundiales (153 en total) que dio el presidente Lula da Silva, el día 6 de noviembre, en el cual expresó lo siguiente:


“La COP 30 será la COP de la verdad. Es el momento de tomarse en serio las advertencias de la ciencia. Es hora de enfrentar la realidad y decidir si tendremos o no el coraje y la determinación necesarios para transformarla”.


Agregó el presidente Lula que “el año 2024 fue el primero en que la temperatura media de la Tierra superó un grado y medio por encima de los niveles preindustriales. La ciencia ya indica que este aumento se prolongará por algún tiempo, o incluso décadas, pero no podemos abandonar el objetivo del Acuerdo de París”.


Hay un consenso básico universal entre los países sobre el cambio climático:

 

  1. El fenómeno del cambio climático no tiene fronteras y se puede frenar únicamente si los países cooperan entre sí.

  2. Los países menos desarrollados no pueden resistir el cambio climático y transitar a las energías limpias sin ayuda y recursos de los países desarrollados.


Resulta, sin embargo, que China y Estados Unidos, las dos naciones que suman casi la mitad de las emisiones de carbono en el planeta, no enviarán a sus líderes, sino a delegaciones de menor nivel.


¿Puede el mundo enfrentar el cambio climático sin Estados Unidos en el Acuerdo de París (2015)? La pregunta la plantea Katrin Bennhold, editora del New York Times, y la resuelve con algunos datos significativos sobre Estados Unidos y China:


  1. Estados Unidos es el mayor exportador de petróleo y el principal exportador de gas natural. También es el país más rico del mundo, y eso importa: los países pobres, que han contribuido muy poco al cambio climático, dependen de las naciones más ricas para adaptarse a un planeta más cálido.

  2. China es el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo. Pero también encabeza el desarrollo de energías renovables. El año pasado instaló más turbinas eólicas y paneles solares que el resto del mundo en conjunto.

  3. China ya gana más dinero exportando tecnología verde que Estados Unidos exportando combustibles fósiles, según The Economist.

  4. “La pregunta de si el mundo puede hacer frente al cambio climático sin Estados Unidos no es del todo la pregunta correcta. Estados Unidos es un país grande e importante, y la forma en que decida actuar afectará el futuro de todos. Pero el cambio climático ya está ocurriendo, y el mundo tendrá que adaptarse”, concluye Bennhold.


En México, el tema del cambio climático es un ausente frecuente en la agenda y el discurso de la presidente Claudia Sheinbaum y su gobierno. 


A la ciudad brasileña de Belém, en la Amazonia, la presidente mexicana no asistió y envió en su representación a su secretaria del medio ambiente, Alicia Bárcena, para entregar los compromisos de su gobierno sobre la disminución de gases de efecto invernadero (NDC, por sus siglas en inglés)


Para el año 2030, según el gobierno mexicano, el 35 por ciento de la energía producida en el país provendrá de energías renovables.


La apuesta del gobierno nacional morenista, sin embargo, desde la presidencia de López Obrador, ha sido por las energías fósiles.


El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), asistente asiduo a las COP, ha criticado el uso extenso de gas fósil en la generación de electricidad y la refinación de petróleo que libera gas metano a la atmósfera. 


Otro punto crítico es el impacto ambiental dañino de la construcción del Tren Maya en los sistemas ecológicos de la Península de Yucatán, según los análisis del CEMDA.


La “Cumbre de la Verdad”, como la nombró Lula, pasará de noche para la opinión pública mexicana. Entretenidos los ciudadanos y el gobierno nacional en temas locales, debates internos y polémicas interminables, las deliberaciones más importantes sobre el cambio climático serán poco conocidas, fuera de los especialistas y personas interesadas, entre el amplio público.


En el futuro, el desdén gubernamental a las energías renovables y la ausencia al más alto nivel a las COP de la ONU, nos pasarán una factura impagable: un país que organiza parte de la Copa Mundial FIFA 2026, pero es incapaz de hacer la transición energética hacia las energías verdes.


FUENTES:


Nota de The New York Times:

El mundo debate el clima… sin EE. UU. - The New York Times

Portal COP 30 Brasil:

COP30 Brasil Amazônia - Español

Portal COP 30 de la ONU en español:

UNFCCC

Nota sobre CEMDA en Aristegui Noticias:

CEMDA pide a México mayor ambición y justicia climática en la COP30 | Video | Aristegui Noticias



viernes, noviembre 07, 2025

La política de las tetas

El acoso sexual es un asunto serio y grave que bajo ninguna circunstancia debe ser utilizado como instrumento de posicionamiento político.

Por Rogelio Ríos Herrán


“Jalan más dos tetas que tres carretas”, decían las abuelas al referirse al insondable influjo de los senos sobre la capacidad de atención de los hombres.


¿Por qué habría de extrañarnos que en el terreno de la política mexicana no pase algo similar? 


Justo cuando Michoacán arde por el asesinato de Carlos Manzo, la primera mujer presidente de México, Claudia Sheinbaum es protagonista de un extraño incidente, por decir lo menos, de acoso sexual en un recorrido público.


Precisamente cuando las desapariciones de personas, los homicidios y la violencia de género campean en el territorio nacional, a un tipo borracho se le ocurre abrazar y tocar los senos de quien debería ser la persona más resguardada de México.


El extraño incidente presidencial ha dado la vuelta mediática al mundo por tratarse de quien se trata, pero los acosos a las mujeres mexicanas son cosa de todos los días, en todas partes, y el gobierno nacional no se da por enterado.


De las dos principales versiones sobre el incidente -acoso genuino o montaje político-, hasta el momento, me inclino por lo segundo.


Me temo, sin embargo, que en ausencia de una investigación imparcial por la autoridad correspondiente (¿alguien tiene alguna duda de cómo actuará el Ministerio Público tras la denuncia presidencial?), y en vista de los antecedentes dudosos de la clase política morenista en el manejo de los asuntos públicos, será la “versión oficial” la que prevalezca.


Por tanto, estableceré mi punto de vista.


  1. El acoso sexual es un asunto serio y grave que bajo ninguna circunstancia debe ser utilizado como instrumento de posicionamiento político.

  2. El incidente de Claudia no aumenta o disminuye la “visibilidad” del acoso sexual a las mujeres mexicanas, solamente lo banaliza al meterlo como tema de debate y argumento de polarización política, es decir, un terreno en el que nunca debería estar ubicado.

  3. No es necesario “condenar” o llamar a “no normalizar” el acoso sexual, esa no es la discusión central. De entrada, el acoso es condenable y anormal, por eso se hacen leyes y se diseñan políticas públicas para combatirlo. Lo fundamental es lograr el consenso político suficiente para enfocar al gobierno y actuar contra el acoso sexual, consenso que por el momento es imposible encontrar en México.

  4. Independientemente de su veracidad o falsedad, el incidente de Claudia en la vía pública revela una falla increíble de su cuerpo de seguridad personal. Por menos de eso, en otras circunstancias, se cortarían las cabezas de funcionarios ineptos. Eso no se debe “normalizar”.

  5. Fustigar a los medios de comunicación, especialmente a Grupo Reforma, por la difusión de algunas fotografías del incidente de acoso sexual, es una estragia presidencial equivocada. Intimidar a la prensa por hacer su trabajo -bueno o malo, eso es otra cosa- me hace inclinarme por el escenario del montaje.

  6. “Escribir un libro sobre el acoso es descubrir de golpe la forma en que los individuos y las instituciones se evaden a sí mismas. El proceso nos llevó cara a cara a enfrentarnos con nuestra propia irresponsabilidad y la indecisión de nuestros colegas, y a comenzar a preguntarnos la razón por la cual habíamos ignorado tanto y tardado todo este tiempo para hablar acerca de lo que habíamos visto y escuchado”, nos dicen Billie Wright Dziech y Linda Weiner en su excelente libro Las cátedras de la lujuria, un estudio sobre el acoso sexual en las universidades norteamericanas.

  7. Billie y Linda descubrieron la enorme dificultad de las víctimas de acoso sexual para revelar o denunciar su situación, precisamente, porque no se sienten protegidas por instituciones o personas de poder que evaden el problema, hasta que les resulta conveniente, por diferentes razones, asumirse a favor de las víctimas.

  8. En forma sencilla, el acoso sexual se entiende como una conducta con connotaciones sexuales no deseadas, que puede manifestarse de forma física, verbal o no verbal, y que tiene como propósito o efecto vulnerar la dignidad, la libertad o el bienestar sexual de la persona afectada.

  9. Lo que distingue al acoso sexual como una forma grave de violencia es que se basa en una relación de poder desigual, en la que el agresor se encuentra en una posición de ventaja y utiliza esa superioridad para imponer sus deseos o controlar el entorno de la víctima (definiciones tomadas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos).


El sufrimiento de las mujeres víctimas de acoso sexual no debe ser utilizado como activo político en el debate nacional, pues denota la “evasión” que señalan Billie y Linda: parece que al gobernante le importara un problema, hasta que deja de serle útil en términos de réditos políticos.


Claudia no es el prototipo de la mujer mexicana, simplemente por su posición de poder. No vive, trabaja y batalla para sacar adelante los gastos del hogar, como lo hacen millones de mujeres mexicanas para quienes el acoso es asunto de todos los días, en todas partes.


A ellas, les palpan las tetas y todo lo demás que sus acosadores pueden hacer porque los tipos se saben impunes y empoderados en el machismo predominante en México.


Mientras tanto, Michoacán sigue ardiendo en la violencia.


Lo decían las abuelas: “jalan más dos tetas que tres carretas”, hasta en la política.


Con el apoyo del motor de inteligencia artificial Copilot para la búsqueda documental.


FUENTE:


Billie Wright Dziech y Linda Weiner. LAS CÁTEDRAS DE LA LUJURIA. El acoso sexual en las universidades norteamericanas. México: Fondo de Cultura Económica, 1988. Traducción de Rogelio Ríos Herrán.


Comisión Nacional de Derechos Humanos

Microsoft Word - 7_Rev_RML_DAcosoSexual.docx


FIN


viernes, octubre 31, 2025

REVIVE LA AMENAZA NUCLEAR

En serio, ¿esperará el mundo que Xi, Vladimir y Donald se pongan de acuerdo para repartirse el planeta, según el tamaño de su arsenal nuclear?


Por Rogelio Ríos Herrán


Voy a enviar una solicitud a las Naciones Unidas para que se vote en la Asamblea General la prohibición de que los líderes de un puñado de países poderosos celebren encuentros cupulares, foros y asambleas, que son un disfraz para legitimar su autoritarismo y que, no contentos con repartirse los bloques comerciales, se amenazan mutuamente, como niños en el patio de recreo, con ver quién tiene más bombas nucleares.


Termina el mes de octubre con una advertencia al mundo desde Corea del Sur: no les importa a los líderes el comercio internacional, el medio ambiente, la ayuda a los países pobres, la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente ni el derretimiento de los polos; lo único que los anima es correr más rápido que el otro para ganar la guerra nuclear.


Parece la entrada de un chiste: estaban un norteamericano, un chino y un ruso en una mesa de cantina jugando a la guerra nuclear, hasta que a uno de ellos se le ocurrió apretar el botón rojo, a ver qué pasaba.


Pero no es chiste. Ahora, hay un debate en los medios de comunicación en Estados Unidos en torno a la cuestión de si el presidente Trump alienta el aumento del arsenal nuclear de Estados Unidos ante lo que percibe como amenaza de parte de China y Rusia.


La nota del 30 de octubre de las reporteras Katie Rogers y Erica L. Green, en The New York Times, sobre el encuentro entre Donald Trump y Xi Jing Ping en territorio coreano, resalta el punto:


  1. El acuerdo (comercial) fue una victoria para la economía mundial, pero se negoció bajo la sombra de una nueva y repentina amplificación de las amenazas nucleares entre las potencias mundiales.

  2. Unos minutos antes de aterrizar en Busan, Corea del Sur, para reunirse con Xi, Trump anunció en las redes sociales que Estados Unidos reanudará inmediatamente las pruebas de armas nucleares tras una pausa de más de treinta años. El anuncio se produjo después que Rusia anunciara que esta semana también había realizado pruebas de un misil con capacidad nuclear y de un dron marítimo.

  3. “Tenemos más armas nucleares que nadie, no hacemos pruebas", dijo Trump. “Hace años, muchos años, que dejamos de hacerlo", dijo. “Pero como otros hacen pruebas, creo que es apropiado que nosotros también las hagamos”.


Si no mal recuerdo, la prueba nuclear de la primera bomba atómica en 1945, en el laboratorio de Los Álamos, Nuevo México, se hizo tan cerca de la frontera con México que en Ciudad Juárez se pudo ver el resplandor de la explosión.


Con suerte, si se hace una nueva prueba ahí, a lo mejor el viento no sopla hacia el sur de la frontera.


En serio, ¿esperará el mundo que Xi, Vladimir y Donald se pongan de acuerdo para repartirse el planeta, según el tamaño de su arsenal nuclear?


En el mundo, existen actualmente unas 12 mil armas nucleares (entre desplegadas para el combate y almacenadas) y nueve países con armas nucleares,


Además, 22 países tienen material nuclear susceptible de utilizarse en armamento nuclear y vulnerable al robo, según datos de Nuclear Threat Initiative (NTI).


“Hemos entrado a una nueva era en donde el riesgo de la opción nuclear -deliberada, accidental o por error de cálculo- está aumentando”, nos dicen los expertos de NTI.


Corea del Norte, por ejemplo, se declaró Estado con armas nucleares en una ley aprobada en 2022. Cuenta con hasta 65 ojivas nucleares, según estimaciones, y ha realizado al menos seis pruebas nucleares desde 2006, según CNN en español.


¿Ya vio usted la película Una casa llena de dinamita en Netflix?


Volvamos al chiste de los apostadores norteamericano, chino y ruso en la cantina. Pueden estar alardeando, o quizá no. La verdad, no deberían estar jugando a ver quién tiene el misil más grande.


El mundo es lo que es y el poder embriaga a quien lo tiene.


Revive la amenaza nuclear. La casa está llena de dinamita.


@Rios60H


FUENTES:

  1. Trump y Xi pausan la intensidad de la guerra comercial, pero una amenaza nuclear se asoma - The New York Times

  2. The Nuclear Threat Landscape

  3. ¿Cuántas armas nucleares hay en el mundo? Este es un vistazo a los arsenales de cada país | CNN





 



 


miércoles, octubre 29, 2025

CLAUDIA: LA SORDERA HEREDADA

Si Andrés Manuel decía que él “tenía otros datos”, era por su sordera. A Claudia no le he escuchado esa frase, bien por ella, pero, con su actitud y su desempeño en las conferencias de prensa matutinas, parece decir: yo vivo en otro mundo.


Por Rogelio Ríos Herrán


Fingir que no se escuchan las críticas y señalamientos de los ciudadanos, ha sido una costumbre añeja de los gobernantes mexicanos para evitar la molestia de que les señalen su incompetencia, corrupción y arrogancia.


Andrés Manuel López Obrador se formó en esa tradición de “sordera institucional", por llamarla de algún modo. Nació, creció y se nutrió de esa costumbre nefasta que Carlos Salinas de Gortari resumió en su famosa frase: “ni los veo, ni los oigo”, al referirse a los opositores a su gobierno.


Ojos que no ven y oídos que no escuchan, corazón que no siente, parafraseando el sabio refrán.


A partir de 2018, cuando llegó al poder junto con su partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), López Obrador retomó la frase de Salinas de Gortari y la llevó al extremo de, en efecto, no atender las críticas como el rasgo central de su liderazgo político.


La sordera institucional como política de Estado, ni más ni menos. 


La herencia del “Mesías Tropical” a Claudia Sheinbaum, quien lo sucedió en la presidencia de la república tras una elección cuestionada en 2024, incluyó el punto número uno del manual político de López Obrador: no ver ni oír a los opositores.


Claudia, nada despistada, extendió el alcance de su sordera institucional más allá de la esfera política (partidos políticos, diputados, senadores, gobernadores, etcétera) hasta cubrir a la sociedad civil y, por increíble que parezca, a los medios de comunicación que observan su gobierno.


Lo de Sheinbaum es impresionante: no escucha ni a las mujeres mexicanas, quienes aportan la mitad de los votos en el padrón electoral y encabezan poco más de la mitad de los hogares mexicanos como jefas de familia.


No se ha reunido personalmente, por ejemplo, con las organizaciones de madres buscadoras que encuentran fosas clandestinas y desentierran, por sus propios medios, a sus hijos y esposos desaparecidos. Ni las ve ni las oye.


En una ocasión en que el periodista regiomontano Plácido Garza conversó con Elena Poniatowska en su casa en la CDMX, la periodista y escritora le comentó tres rasgos de personalidad de López Obrador que nos ayudan a entender el origen de la sordera de Claudia:


  1. El principal defecto de López Obrador es que no le gusta trabajar con quienes piensan diferente a él.

  2. El papá de Morena (AMLO) suele sumar aliados bajo su estricta conveniencia y cuando considera que ya no le son útiles, se deshace de ellos.

  3. Andrés Manuel tiende a perder el oído, esto es, no escucha y con eso se encierra en sí mismo.


Viniendo de Elenita, cuyo certificado de periodista crítica y afín a la izquierda es intachable, sus certeros señalamientos sobre los defectos terribles de López Obrador, podemos entender con mayor claridad el tipo de liderazgo político de Claudia.


Al encerrarse en sí misma, ella pierde la noción de la realidad y se vuelve impermeable a cualquier voz que no sea la de su círculo cercano.


Si Andrés Manuel decía que él “tenía otros datos”, era por su sordera. A Claudia no le he escuchado esa frase, bien por ella, pero, con su actitud y su desempeño en las conferencias de prensa matutinas, parece decir: yo vivo en otro mundo.


Hay otro aspecto que contribuye a su sordera y desapego de la realidad.


De joven, tuve la oportunidad de trabajar en una oficina de asesoría de la Secretaría de Hacienda ubicada en Palacio Nacional. Fue mi primer trabajo, recién graduado de la universidad, y desde que di el primer paso por la puerta mariana, la más cercana a la Catedral Metropolitana, me envolvió el influjo de la construcción colonial.


Al trabajar cotidianamente en Palacio Nacional, la solidez del edificio, su importancia como centro político del país precedido del palacio de Moctezuma ubicado en el mismo punto geográfico como sede del poder mexica, te hace sentir seguro y protegido en una fortaleza.


Al sentimiento de seguridad y abrigo, naturalmente, sigue el de la sensación de poderío que envuelve a sus ocupantes. Te llegas a sentir, desde mi puesto de analista perdido en una oficina de asesoría hasta el ocupante principal, dueño de un poder indefinible, pero cierto.


Me bastaba salir a comer a algún lugar cercano para sentir las miradas celosas de burócratas de otras oficinas de gobierno situadas fuera del Palacio Nacional, como si los de adentro fueran burócratas VIP.


Si elevamos esa sensación de poder indestructible que se siente en el recinto a la décima potencia, entenderemos por qué la decisión de AMLO de regresar el despacho presidencial al Palacio Nacional fue una mala idea.


El presidente Lázaro Cárdenas, de izquierda socialista, había hecho el cambio del despacho del Palacio Nacional a la casa que acondicionó como sede y residencia presidencial en Los Pinos, por la zona de Chapultepec.


Quizá el General Cárdenas recordó lo que Emiliano Zapata dijo una vez en Palacio Nacional cuando le pidieron sentarse en la silla presidencial para una fotografía: “esa silla está maldita”, replicó el Caudillo del Sur y no se sentó en ella.


Yo no sé si está maldita, pero sí produce sordera institucional.


FUENTE:

Plácido Garza. Irreverente. Antología I. México: UANL, primera edición, 2020, 333 pp.




Claudia, el palacio no es tuyo

¿A qué obedece la toma del Palacio Nacional por la fuerza policiaca? ¿Qué puede justificar que el edificio que simboliza la sede del poder c...